miércoles, 28 de septiembre de 2011

Te llamamos Lu

Cuando buscábamos tu nombre, mi idea fue que te llamaras como yo, quería que el nombre te diera la sensación de pertenencia que me dio a mí. Quería que te sintieras parte de la tribu de mujeres de esta familia.

Lejos de querer imponerte un nuevo desafío, lejos de querer generarte una carga adicional, quería regalarte eso que de chica a mi me dio seguridad. Quizás porque mi familia no era del lugar donde me crié y papá y mama aterrizaron por trabajo en esa provincia, cuando en un nuevo ámbito me preguntaban quién era, me encantaba decir mi nombre completo. Me encantaban que supieran de donde venía y quienes eran mis padres. Yo me crié así y quería que también sintieras esa seguridad en este lugar donde crecerás.

Jamás pensé, a pesar que me lo dijeron- que eso podría quitarte tu impronta, todo lo contrario sabía que vos llenarías el nombre de tu propio sentido y este nombre se transformaría con vos. Así lo fue conmigo - y mira que tu Abu deja huella - y así sería con vos. Yo quería un nombre que estuviera más alla del gusto y de la moda, quería un nombre personal e individual, para que cuando escuches Lucrecia sepas que se refieren a vos.

Hoy te decimos Lu, y ese nombre es tu sello en casa... Después te ocuparás de elegir cómo querés que te llames tus amigos y entorno...  Llamarte como yo, no fue fácil, pero estoy contenta de haber luchado.

Tu papá quería llamarte Luz pero al final, acordamos. Lucrecia, coincidentemente significa la que trae Luz.... y vos definitivamente traes mucha Luz a nuestras vidas ahora e iluminarás otras...Y para cuando necesites valentía, también me gustaría contarte que para otras culturas Lucrecia quiere decir mujer fuerte y de carácter...


Querida Lu, yo se que en el fondo sabés que a veces podés usar tu nombre con fuente de inspiración y otras tantas inventarle el sentido que vos quieras... Como a todos los nombres....

martes, 27 de septiembre de 2011

Amigas son las amigas

Con Carola pedimos ser madre juntas, las dos los deseábamos profundamente..Parecía imposible por entonces, nos corría el tiempo y la realidad es que éramos las únicas amigas de la niñez que todavía nos faltaba cumplir con el deseo y la alegría de la maternidad.

Las deseamos, las imaginamos, las llamamos con el corazón y las invitamos a nuestro mundo!!! Hace tan sólo dos dos años y el tiempo se nos voló de alegría... Y acá están las dos!

Inés y Lu... amigas espero y esperamos.... Pero SSSSSHHHHHHH!!!! Lo deseo en voz baja porque son ellas las que deben elegirse como amigas...


Este parece un buen comienzo!!! Ojalá!!! Ojalá!!!




Sería lindo, pero mejor respetar que imponer, porque por experiencias cuando las madres más insisten en forzar muchas veces se logra justamente lo inverso...

lunes, 26 de septiembre de 2011

De vuelta de nuestra pediatra Pikler

Hoy tuve una consulta maravillosa, no se porque la disfrute tanto, pero me encanto... Será porque siento que hablo con una pediatra con la que acuerdo profundamente, con quien me puedo explayar durante más de una hora hablando de mis hijos sin que corra el tiempo...Cada vez más, hablar del respeto en la crianza y sus efectos, es música para mis oídos.

No debería ser nada tan especial y a la vez es tan revolucionario de lo que estamos acostumbrados. Como dijo Liliana: "Las miradas se crianza se instalan, calan hondo y se manifiestan a cada instante cuando nos referimos a un bebé o niño". Tantas veces escucho miradas sustentadas en los NO cuestionamiento de los adultos. ¿Porqué es tan difícil pensar que a los bebés les disgustan las mismas cosas que a nosotros?

Pensar respetuosamente en la crianza es como saltar una barrera y cuando estás del otro lado, todo parece tener sentido: ¿Nos gusta a los adultos que nos hagan sentir incompetentes?, ¿Nos gusta a los adultos que no respeten nuestra forma de hacer las cosas y nos impongan?, ¿Nos gusta a los adultos que nos digan no sin darnos explicaciones?, ¿Nos gusta que nos obliguen a comer cuando no tenemos ganas?, ¿Nos gusta que cuando buscamos una palabra de aliento, nos digan ya tenés suficiente?, ¿Nos gusta que cuando estamos concentrados en algo nos interrumpan?... Por eso me gusta ir a Liliana porque siento que siempre me ayuda a re-pensar....

Cuando mis hijos ingresan en el consultorio, se acomodan, lo re-descubren, se apoderan de este nuevo espacio y eligen con qué jugar; la manifestación más profunda de ellos se pone en escena.

Más que juguetes que repliquen la realidad adulta -como los que estaba eligiendo para mis hijos- me recomendó objetos simbólicos.  Que sean los mismos bebés quienes puedan significarlos, jugar  determinándolos y no al revés. Objetos que funcionen como las hojas en blanco de un escritor para que ellos mismos los llenen de sentido. Que se sienta superiores frente al objeto y transformadores de juguetes.

Presentarles al mundo, fue quizás la frase que más me sigue resonando y que define a las mil maravillas lo que busco de ser madre. Cada madre tendrá un mundo que buscará presentar. El mundo que yo me esfuerzo por mostrarles.... es un mundo que los respete profundamente -para que tengan confianza sobre sí mismos y sus intereses - y se sientan absolutamente capaces para abordarlo. Un mundo donde reine la calma para que puedan conectarse con sí mismos y con sus descubrimientos. Un mundo donde prime la aprobación por sus iniciativas y no la sensación de que deben confiar en un adulto matando su incipiente instinto.  Un mundo generoso, amplio, rico, variado... para que ellos vayan descubriendo a su tiempo, a su modo y según sus propios intereses.

Casi al final de la consulta me dijo: "Quizás hoy no alcances a notar lo que tus hijos están incorporando con esta practica de crianza, pero están sentando las bases de su modo de relación con los demás, de su compresión temporal-espacial y hasta nociones abstractas que más tarde se manifestarán. Y estoy convencida que no puede ser de otra manera.

Si en los primeros años de vida nos invitan a sentirnos cómodos con nuestro cuerpo, cómodos con nuestra ropa, competentes en nuestras iniciativas, legitimados en nuestros deseos, respetados...¿Cómo nos vamos a después elegir aquello que nos hace sentir así?

Al final de la consulta me dijo: "Los frutos del respeto lo notarás en en futuro" cuando sean ellos quienes te cuenten y sepan que estás ahí esperándolos respetuosamente...

Así que acá estoy con el corazón hinchado, de amor, de emoción y las ganas de seguir construyendo un futuro de respeto... Es tan obvio y sin embargo se nos olvida....

La primera palabra de Lu es: ¡Mirá!


Lu habla desde que es muy chiquita en idioma bebé. Habla con entonación y gestos un balbuceo que yo disfruto profundamente. Desde chica copia la música de las conversaciones como una gracia impecable. Parece hablar con su hermano porque se invitan para jugar a tal o cual rincón, se hablan desde las cunas y estoy segura que alguna información comparten porque hasta llegan a reírse al unísono con un código propio de ellos.

También menciona palabras como mamá, papá, acá esta, con una fonética impecable. Pero honestamente no se si tienen la entidad de poderse llamarse lenguaje propiamente dicho porque yo no siento que las utilice para lograr un efecto. Para pedir se sirve más bien del lenguaje corporal: si quiere que la alce me estira los brazos, cuando mira la foto de su papá lo señala, si quiere una mamadera va al rincón donde las preparamos, y hasta a veces toma el cambiador como pareciendo indicar que la cambiemos....

Pero el mamá no se si lo dice como una simple coincidencia fonética o para llamarme a mí. Por supuesto, que esto ha llegado a preocuparme bastante y he comenzado a dudar sobre la idea de no enseñarle, pero por ahora lo mismo he decidido esperar confiando que también para eso llegará su momento.

Ahora que dejé mi ansiedad de lado...pude notar... que la palabra que LU la utiliza a la perfección es Mirá. Mirá el avión, mirá lo que descubrí, mirá cuando llegó papá, mirá cuando te acerca un juguete muy valorado a modo de ofrenda. Mirá es su palabra y la pinta absolutamente en su forma de ser. 

Lu es una curiosa. Lu parece comer el mundo con sus ojos. Lu parece moverse como sabiendo que el planeta es suyo. Lu le encanta ver los objetos de todas las perspectivas posibles..y cuando te descubre mirándola lo que te dice es: ¡MIRA!

Espero que pronto me diga: ¡Mirá Mamá!....

Por eso no dejo de mirarlos

Este fin de semana mi amiga Carola con su hija Inés vinieron a visitarnos. El motivo del viaje fue ir a cumplir la promesa que habíamos hecho a la virgen de Luján cuando buscábamos a nuestros bebés, mientras aparentemente ellos esperaban que nosotras estuviéramos listas para recibirlos.

Sólo tuve un instante para agradecer mientras observaba los bebés correteando por la multitud...antes de ir a buscar a Lu que recorría la iglesia y Juan que trepaba por la escalinata por nombrar alguna de las miles de actividades que en un instante descubrieron para desplegar.

Promesas son promesas, y una buena oportunidad para dar gracias....y mientras corría no dejé de agradecer por la bendición de mis mellizos. Todo lo que había pasado en mi vida desde entonces, cómo había cambiado todo para siempre y para mejor, cómo no dejaría de vivir nada de lo pasado y sobre lo absolutamente entusiasmada que estaba por vivir el futuro.

Y aquí estoy sintiéndome una absoluta privilegiada...no se qué es lo que me gusta tanto de la maternidad. Quizás sea el entregarme profundamente y absolutamente con todas las ganas del mundo de dar lo mejor... Definitivamente creo que ellos vinieron a cambiarme la vida, a enriquecerme, a motivarme, a cambiarme, a transformarme... Y lo están haciendo, ellos me enseñan a mi y yo no me quiero perderme nada.

Por eso no quiero dejar de mirarlos... y tampoco de escribir... es tan intenso la maternidad que me parece que las emociones se suceden unas con otras y necesito después poder gozarlas, releerlas, re vivirlas...

Más siendo madre primerizas de mellizos, siento que no me alcanzo el tiempo para disfrutar...

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Actuar o invitar?

Cuando Juan o Lu suben la escalera, se paran sobre una silla, escalan la mesa o hacen cualquier cosa propia de la edad pero no recomendable para su seguridad, lo primero que hago es pedirle que por favor se baje. Se lo pido en voz firme, pero manteniendo la tranquilidad. Tengo que repetirlo varias veces -salvo raras excepciones- hasta que hacen lo que espero. ¡Si es que lo cumplen! y obviamente al poco tiempo vuelven a intentarlo. ¿No es lo esperable para su casi año y medio?

Si luego de varias a solicitudes contundentes no cumple, lo tomo en brazos y le digo: "Te pido que bajes de ahí porque puede ser peligroso y le doy las razones pertinentes" y en seguida busco un objeto distrayente, para evitar que vuelva a la zona de conflicto porque claramente su intención seguirá siendo probar su nueva destreza, perspectiva u objeto. ¡Y en paralelo mi templanza!

Cada vez que estoy con alguien en un episodio de este tipo, siento que la intención de la otra persona es levantarse en ese instante, y alzarlo para retirarlo de la supuesta zona de conflicto al tiempo de un NO casi intimidatorio. Entonces mi actitud de pedirle apaciblemente parece una gran ridiculez y por eso tratan de hacerme reaccionar con algunas de las siguientes frases: "No te va a entender ", "No le importa ni medio", "Parece no hacerte mucho caso" y cuando ya la paciencia está colmada viene la frase imbatible: "Le vas a tener que poner un límite y sacarlo con decisión, sino te va a pasar siempre por encima"Ante la vista de los demás quedo como un madre blanda e ingenua, que no actúa con la vehemencia y sobretodo rapidez que requiere la educación.

¿Porqué se considera más efectivo sacarlo del lugar físicamente, que darle la oportunidad de comprender norma y luego, actuarla?, ¿Porqué la manipulación física es considerada más eficiente que la palabra y la mirada?

Las veces que he actuado de la otra manera "acostumbrada", sentí que se armaba un circulo vicioso: mi bebé hacía esta supuesta travesura,  yo lo sacaba, mi bebé lo repetía, yo lo volvía a sacar y nuevamente comenzaba la rueda....y si encima participaban los dos bebés, yo no tenía control y para ellos lejos de convertirse en un castigo tenia más ritmo de juego. La situación terminaba conmigo pensando: soy un fracaso y ellos casi a las carcajadas no se si de diversión o de nervios. Creo que ellos no aprendían y yo me quedaba desconectada.

Pidiendo, invitando, solicitando aquello que no quiero que hagan me parece que nos pone a todos en un mejor lugar. Donde yo no soy una madre que tuerce su voluntad, ni los saca como un bolsa de papas dejándolos desorientados y desarticulados. De esta forma al menos, les doy la posibilidad de desandar la travesura, reparar la acción, comprender la norma y a la vez cuando lo hacen de sentirse competentes. Y a mi también me deja en un mejor lugar porque si los debo sacar, también lo hago desde un lugar respetuosos, mirándolos a los ojos  y luego de haberles pedido amorosamente.

Y si les pido y cumplen, me siento que somos la mejor dupla -o trío- del mundo. Pero claro como todo a veces falla!!!

lunes, 19 de septiembre de 2011

Los tiempos de mis hijos

Lu tiene una gran capacidad de adaptación y se integra muy rápido a las nuevas situaciones. Es sumamente curiosa y por eso se deja llevar en brazos de personas que apenas conoce y parece sentirse como en casa en espacios recién descubiertos. Se muestra segura en un radio de acción muy amplio aunque mantiene la mirada atenta en mi o su persona de referencia.

Juan tiene otros tiempos. Puede demorar largo rato en querer bajarse de mis brazos o interactuar con desconocidos. Como me dijo su pediatra al ver esta reacción; no es patológica, es su personalidad y es importante respetar sus tiempos, sin obligarlo a relacionarse hasta que no se muestre preparado.

En una nueva situación, siempre tengo que protegerlo de los deseos de los adultos que buscan sentirse elegidos por los bebés al primer instante, sin contemplar que los tiempos y expectativas de un bebé son muy diferentes a las del mundo adulto. Los bebés no imaginan a quienes vendrán, pero los adultos en cambio están ansiosos por generar una relación...Yo trato de no permitir que lo invadan, con demandas de saludos o manifestaciones de alegría; sino simplemente esperar que llegue su momento, sabiendo que ineludiblemente en unos minutos será él quien querrá interactuar.

Juan tiene sus tiempos, su ritmo y cuando el bullicio se prolonga mucho tiempo, noto que suele esconderse en su corralito a hojear un libro. Es como si necesitara tiempo de tranquilidad para calmarse ante la atmósfera nueva. Cuando lo encuentro ahí casi escondido absorto en su supuesta lectura...me siento orgullosa porque me encanta que pueda regularse cuando algo lo supera. En lugar de llorar o ponerse nervioso, se retira a su espacio conocido que le sirve de cobijo. Me parece que es su primera manifestación de respeto por sí mismo.


Criar mellizos es ver en vivo, las diferentes abordajes sobre las mismas circunstancias. Lu encara las nuevas situaciones disfrutando de su protagonismo y curioseando todo, Juan parece necesitar articularse ante cada cambio y tomarse sus descansos. Me gusta estar expectante porque el crecimiento es tan dinámico! Hoy les pasa esto, mañana veremos!

jueves, 15 de septiembre de 2011

Sentirse parte

Los otros días en una juguetería vi un juego de escoba y palita que me pareció precioso para Lu. Al momento de comprarlo, la vendedora -una señora grande- le dice cariñosamente a mi hija: ¡Pobrecita, tan chiquita y ya quieren que limpie...con tanto juguetes lindos!

Esa frase banal me dejo pensando porque me parece que refleja una mirada actual sobre los niños. ¿Por qué pensamos que un bebé se divierte más con juguetes de botones y sonidos estimulantes?, ¿Porqué pensamos que estos juguetes les enseñan cuestiones tan importantes para la vida?, ¿Por qué pensamos que les hacemos un favor si aprenden los colores, los números, los animales antes de necesitarlos en su vida cotidiana y no cuando vayan surgiendo sus inquietudes?

Yo le compré a Lu la escoba, porque ella está en la etapa que quiere imitar...Imita que limpia, imita que dobla la ropa, imita que toma en taza, imita que cocina...A mi encanta verla cuando lo hace porque me parece que manifiesta que se siente parte del grupo de nuestro grupo...

Por eso me niego a los juguetes que sean una invitación a la exclusión. No quiero que se queden en el corralito o que deambulen por la casa extasiados apretando botones o mirando la tele. No quiero que en casa se considere que los niños y adultos viven en dos planetas de actividades diferentes. 

Quiero que mis hijos se sientan parte actuante de nuestra casa, por eso cada vez que podemos les pedimos su colaboración, y aunque por ahora es más una expresión de deseo que una realidad siento que los hace sentir incluidos. De la misma forma que cuando estoy cambiándola la integro al proceso, mostrándole el pañal, la ropa que le voy a poner, y pidiéndole ayuda con manga o lo que fuera. 

Me encanta cuando su juego interactúa con nuestras actividades, me encanta cuando la veo simular revolver en un jarro haciéndose la que cocina u hojear sus libros imitándonos a nosotros.

Esa es la razón por cual prefiero comprarles este tipo de juguetes que simulan los objetos reales de la casa, porque me parecen que tienen ese algo que los demás no tienen, los ayudan desde lo lúdico a sentir que pertenecen.

Me queda pendiente la foto de Lu barriendo... se las debo...lo que pasa es que por ahora la escoba está ahí en su corralito esperando ser descubierta.

martes, 13 de septiembre de 2011

Pobrecito, está aburrido!

Muchas veces escucho esta frase de otras personas refiriéndose a sus hijos y a veces a los míos. Cada vez me sorprende, porque yo nunca creo que mis hijos están aburridos. Me parece que a veces están molestos, que están intranquilos por la dentición, que prefieren estar alzados, que buscan jugar conmigo o su papá, que prefieren salir afuera o que se frustran ante la negativa de un objeto que no es el adecuado para ellos. Pero jamás se me ocurre pensar que están aburridos.

¿Cómo podrían estarlo si para ellos todo es nuevo y está para ser descubierto? Si hasta ellos mismos están descubriéndose en sus posibilidades?. Entonces, ¿Qué es lo que se considera aburrimiento de un bebé o niño pequeño? ¿Está aburrido cuando no está con otros niños? ¿Está aburrido cuando no esta completamente sorprendidos por un nuevo juguete?, ¿Está aburrido cuando está demandante?

¿Por qué a los adultos nos preocupa tanto el aburrimiento de los bebés y los niños pequeños? ¿Por qué estamos todo el tiempo enseñándoles a huir del aburrimiento?, ¿Porque queremos que estén llenos de amigos desde tan pequeños y que se sientan incluidos cuando esta debería ser una preocupación para más adelante cuanto estén maduros pare eso? ¿Porque preferimos que tenga una agenda cargada de actividades -jardín, natación- en post de aprender cuando ya la tendrán toda la vida?

Me parece que la palabra aburrido tiene una mala consideración por estos tiempos y yo creo - por el contrario-  que es una oportunidad fabulosa.

Quiero ser responsable como madre para no generarles a mis hijos una necesidad de diversión permanente, porque como todo lo imposible puede llegar a ser muy frustrante. Quiero que mis hijos conozcan el aburrimiento sano como oportunidad, el aburrimiento  que permite re-significar elementos y más adelante navegar por todos los mundos que existen ocultos en nuestra imaginación.

No quiero subirme a la montaña rusa de que mi casa parezca un salón de eventos y tampoco deseo convertirme en una promotora permanente de programas diferentes cada vez. No me gustaría generarles una necesidad de entretenimiento continuado y después enojarme con ellos el día que no se puede y llamarlos desagradecidos cuando yo fui la autora de tal sentimiento. Pero sobre todo no quiero quitarles la posibilidad de que ellos mismos sean los constructores de su esparcimiento.

Quiero que en mi familia, además de diversión también que existen momentos de aburrimiento productivo y nutritivo. ¿Aburrirse no es el paso previo para nuevos descubrimientos? Y para cuando sean más grandes...su aburrimiento no será una excelente oportunidad para mi para charlar con ellos sobre como se sienten y sus sueños?

domingo, 11 de septiembre de 2011

El día que quise ser la madre soñada

En invierno cuando hace frío prefiero dejar a los bebés cuidados en casa, pero con la llegada de los primeros días templados, me viene a mi imaginario el ideal de madre que soñaba de niña, paseando a su hijo en su cochecito. Entonces con la excusa que debía cambiar algunos regalos, pensé en la posibilidad de salir con Lu. Nuestro primer programa de chicas.

Allá fuimos con el cochecito para ladearme orgullosa por el shopping con mi princesa. La imagen adorable que yo proyectaba mirando a otras madres con su cochecito, definitivamente no resultó. Estuve todo el tiempo atenta a nunca sacar la vista a mi bebé, me deshice en malabarismos para hacerme un lugar con el coche doble entre la gente, los percheros y lo peor fue que Lu estuvo encarcelada en su cochecito sin ninguna posibilidad de libertad.

En realidad, no estuvimos juntas, ella iba adelante en su coche y yo empujándola, parando en varías oportunidades para que me viera y supiera que estaba con mamá en ese mar de luces y estímulos.

Desde ahora sólo saldré si debo hacer trámites con uno de ellos y si es que puedo llevar alzado. Pero claro, con sus diez kilos actuales los trayectos deben ser cortos, pero donde realmente estemos unidos hablándonos y mirándonos.

Para los paseos de sol y verde, recuperaré mis paseos acompañada por su papá quien empuja el coche y me da la posibilidad de ir por adelante acompañando a mis bebés, dándole mi dedo para que se agarren o conectando con la mirada. Y cuando debo salir, prefiero un lugar tranquilo donde al menos ya que no me ven puedan cantarles, así saben que están con mamá.

Moraleja, cuando no seas posible prefiero dejarlos en casa...porque si dicen que a los bebés los define además de su mamá, su espacio, ese día de shopping Lu estaba perdida en un No espacio y para mi, fue un NO paseo.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Ser zurdo



Me parece que LU es zurda. Se que no debería hacer sentir nada diferente que si fuera diestra, pero honestamente no es así. El recuerdo que me viene a la cabeza es de una compañera del colegio que tenía los cuadernos desprolijos a causa de ser zurda (por lo menos se ve que yo lo interpretaba así).

¿Cuando se puede saber con certeza? ¿Qué tiene que ver con la lateralidad? ¿Ser zurdo es solo eso?. Pienso que algunas cosas le van a costar más en un mundo diestro. ¿El auto no es para diestros? Las maquina de coser no lo son también? ¿Las guitarras y otros instrumentos?

He mirado en internet y existen productos de todo tipo para zurdos, evidentemente y por suerte, los zurdos se han hecho escuchar... ¡Qué alegría! Hay productos escolares como lapiceras adaptadas, cuadernos con hojas mas gruesas por si el trazo es más pesado, tijeras adaptadas. También para la cocina abrelatas, etc. Y lo que más me gusto fue la gran lista de personalidades y famosos que tienen esta habilidad....

Mamás zurdas.... que me cuentan!!!! Si quieren me pueden retar!

"Quiere tocar todo" y "No se queda un minuto quieto"

Muchas veces escucho que hablan así de Juan y Lu... Y pienso para mis adentros:  ¿Qué otra cosa podrían querer hacer? ¿No se trata de eso conocer el mundo? Yo creo que quieren tocar el mundo, comer el mundo, mirar el mundo, escuchar el mundo y oler el mundo...Pero bueno se ve que lo que nos molesta a los adultos es que lo quieran tocar. Claro, como lo demás no nos exige nada, nos parece bien!! Jaja!!! Pero que quieran tocarlo! Ah, no ahí nos exige comenzar a guardar cosas a ponerlas a resguardo de estos curiosos incurables...

Yo festejo que mis hijos quieran tocar todo y no se queden demasiados minutos quietos, me encanta que sean curiosos, vitales e interesados en los que los rodea. Sobre todo porque en silencio y tranquilamente, se interesan por el mundo y parece que siempre algo toma su atención y los apasiona por instantes.

Quizás por eso, me preocupa cuando en su hora de televisión parece que todo se detiene y solamente funciona sentido visual. De pronto, toma un protagonismo absoluto, se quedan ahí mirando extasiados sin más ganas de tocar nada!. ( Hay tanto que pensar sobre este tema, no?)

En casa la moraleja es: lo que no queremos que los bebés toquen los adultos lo guardamos...Por ahora el límite lo pone el espacio, cuando sean más grandes será tiempo de explicaciones y de noción de propiedad privada.

Los otros días en la casa de mi suegra, Juan se apasiono literalmente con tirar una enorme canasta con cañas secas, creo que lo hacía sentir poderoso poder tirar al piso algo tan pero tan grande en su proporción... No bastaron mis NO, ni los de la abuela, el seguía entusiasmado con su proeza...

Entonces la observación que me hicieron al ver que lo retaba y no atacaba era:
"Te está tomando el pelo". Yo creo que Juan notaba mi falta de convicción para retarlo, pero no creo que todavía tengan incorporado la noción de astucia para desafiarme o tomarme el pelo...Ojalá fuera así porque sería inteligentísimo! Pero no, creo que es un niño que busca explorar el mundo y sobre todo ahora que lo tiene absolutamente absorbido la noción de causas y efectos, destapar, cerrar, apretar botones y abrir.... Creo que es nada más y nada menos que lo que le corresponde a su edad, no?

El adulto en segundo plano...

La sabiduría que yo encontré en Pikler y que más me conmovió es que los adultos no somos quienes sabemos todos y los bebés nada. Yo creo que los bebés saben más de lo que creemos. Ellos saben cuando no están cómodos, saben que tienen hambre, saben que están molestos pero quizás no sepan etiquetar ese cansancio con la causa del sueño. Pero lo concreto que saben que algo les pasa y no lloran porque sí. Está en nosotras como madres, promoverles conectarse -y ayudarlo a ponerle nombre-  con ese saber o sin querer hacer que poco a poco pierdan esa capacidad. Si los dejamos llorar o no le leemos su molestia, los bebés terminarán por pensar que su necesidad es como mínimo inadecuada.

Por eso me encanta la palabra respeto, porque habla de tener capacidad de observar y escuchar sus necesidades y deseos, de tener que soportar a veces mi miedo en post de esperar que mis bebés resuelvan una situación o tener que aceptar mi limitación para descubrir su deseo. Evidentemente me estoy refiriendo a un hecho en la cual el riesgo es pequeño... Siempre me acuerdo de una frase que leí en el libro "Besame Mucho" del Dr. Gonzalez, refieriéndose a los límites y que decía algo por el estilo: "...Si el niño se está por tomar una botella de lavandina, evidentemente sabemos que hay un límite". Esta sabiduría que queremos conservar se refiere aquella que la consecuencia no es de gravedad, pero que nos obliga a nosotros como adultos a pensar en cómo actuar:  puede ser coartando su iniciativa o adecuándonos a los tiempos del bebé que en general no son los acelerados de nuestra vida actual, y esperando a ver como lo resuelve poniendo a prueba a veces nuestros nervios.

Puede parecer sutil esta idea, pero para mi fue fundamental. No es más importante el juego que yo le propongo que el suyo, no es más importante mi descubrimiento por más espectacular que sea que el suyo, no es más interesante el juguete que yo compré que el que se inventó, no son más importantes mis palabras adultas y correctamente pronunciadas que las suyas con mezclan cacofónicas personales. Cada interés es el mejor que puede tener mis hijos en el presente, porque es el que puede manejar y el que lo hace sentir poderoso.

En el día a día como mamá trato de brindarles un entorno seguro donde ellos puedan manifestarse y pienso que cada una de sus manifestaciones es perfecta porque es la de ellos... Por supuesto que a veces me dan ganas de comerlos a besos y lo hago, al mismo tiempo que les digo perdoname que te interrumpa pero es que no podía con la tentación...Al fin y al cabo, también es lindo recibir un sorpresa amorosa...

Los adminículos para bebé

Mi percepción sobre las necesidades de los bebés con respecto a todo  lo que nos ofrece el mercado han cambiado drásticamente desde mi embarazo hasta hoy que mis bebés ya cumplen la semana próxima 16 meses.

Desde mi concepción inicial e ilusionado sobre cómo cada uno de estos objetos manifestarían el crecimiento de mi bebé -y la fortuna que me gastaría en ellos - hasta mi pensamiento actual donde considero lo mejor es que maduren a través del movimiento libre y autónomo.

Quizás la condición de madre de mellizos me ha hecho pensar en la importancia de tener objetos que no los expongan, que no signifiquen peligros...¿Que pasaría si los dos al mismo tiempo se paran en la silla alta? ¿A quién atajo primero?,

Prefiero pensar que estos objetos deben ser acordes a su estatura y movilidad. En casa la silla alta nunca fue alta (también le serruché las patas) pensé que si llegaban a caerse de más abajo podía ser menos peligroso y además tenía la ilusión que se puedan subir y bajar solos. Siempre tengo el recuerdo de cuando era chica y tenía que pedir ayuda para bajarme de la silla.

Mejor adminículos menos sofisticados y por ende caros, por aquellos sencillos, maleables y que si los dejan de usar pienso que ya cumplieron su cometido y no en cuanto gasté!

A medida que crezcan su comedor podrá ser un poco más alto y deberé pasar a uno con sillas sin serruchar...Pero por ahora todo bajito, pensado exclusivamente para ellos... total para estar arriba lo mejor son los brazos donde inmediatamente se respetan sus deseos de bajar, subir, quedarse...Se respeta su libertad!

Aca dejo las fotos de las sillas altas serruchadas que me sirvieron un tiempo, pero hoy parecían el trampolín perfecto para tirarse y fueron remplazadas por el comedor infantil que les mostré ayer....


Los adminículos que más me gustaron son los relacionados con el baño que siempre tengo miedo al agua...para cuando eran chiquitos usé esta colchoneta maravillosa...


Y de mas grandes, estos aros...

Hay algo del exceso de artículos para los bebés que me pone nerviosa, por eso tengo guardado listo para devolver dos saltarines, un bebesit, una hamaca eléctrica...Siempre guardo la imagen de cuando chiquitos y todavía no había leído Movimiento en Libertad en donde pensé: En algún lugar les estoy enseñando que para estar bien, se necesita todo esto!

Mis hijos tendrán todo lo que necesiten pero prefiero que sean ellos quienes lo piden... será entonces cuando la necesidad esté creada y habrá que ver entonces....

martes, 6 de septiembre de 2011

Operativo Alimentación Autónoma


Juan y Lu caminan perfectamente con su cabeza erguida y con un eje de equilibrio envidiable. Se movilizan precavidamente y con pocos golpes en su haber... Dan sus primeros impulsos de corridas....

Entonces ahora mi desafío es darles las oportunidades para que aprendan a comer autónomamente, respetando la comida y sobretodo disfrutando también del momento y del ritual.

Para lograrlo había que generar un cambio y preparar este espacio para ellos. La Dra. Liliana Gonzalez me contó como era este momento en Loczy y allá fui a preparar mi comedor infantil para ellos y que me permitiera dentro de lo posible disminuir los no al peligro para concentrarme en lo importante.


El comedor es a la medida de ellos, para eso le hice cortar las patas a todo (sillas y mesas) con el fin de que ellos se sientan seguros y tocando el piso, luego uní sillas para generar algo así como un pupitre que les diera un marco. Ahora ya no tengo más miedo que se suban y la silla se vaya para atrás, esta fija ahí no la pueden empujar, ni mover, ni jugar...

Entonces, cada vez que se levantan como ahora Lu, afirmo: "Por favor, Lu, sentada para comer", pero lo puedo decir con un tono sereno y sin miedo que se caiga, se de vuelta la silla o lo que fuera...

Acá las presento mi nuevo comedor infantil...con algunas fotos que muestran las primeras maniobras de cuchara....


Tomando con vaso de vidrio (mejor no cuento que después lo tiro al piso y se rompió) pero es la primera vez...


Yo también tengo una silla NO pegada donde me siento a disfrutar y acompañar en este momento de saludable desorden!!!


Al final banana más sencillo de comer y relaje!!. Ahora tengo que mejorar la preparación de alimentos y la vajilla!!! Irá en la próxima!

También esto me apasiona por estos días


La hija de unos amigos que vive en Canadá y que cuida niños me contó que en el curso de preparación de cuidadora le habían hablado sobre la metodología Pikler y que los llamaban los niños de las mantas. Para ese entonces yo sin saberlo, había ingresando a un mundo fascinante que es el quilt y mi primer trabajo estaba dedicado a mis hijos. 

Para mi las mantas tienen un sentido muy especial desde que una amiga me contó que cuando se fue a vivir lejos su abuela le había regalado una manta tejida por ella con estas palabras: "...Para cuando estés tristes, cuando extrañes, cuando estés desorientada....a través de ella te vamos a abrazar y vos escucharás todo lo que tenemos para decirte como si estuviéramos con vos.

Hace años cuando no estaba ni de novia ni tenía hijos y estaba triste mi amiga me cubrió con su manta...y me contó la historia. Más tarde le conté a mamá la historia y me tejió una celeste que adoro, cuando estaba embarazada les hice a mis hijos sus mantas...Pero ahora con el quilt me desquite! 

Acá comparto mi pasión....Primero la de Lu y en unos días va la de Juan!


Qué lastima que no se ve demasiado bien...




viernes, 2 de septiembre de 2011

Más de diferencias de métodos educativos!

Los establecimientos High Scope, Montessori y Waldorf tienen diferencias entre sí, pero si algo los une es ver a los niños como personajes únicos e irrepetibles, que no tienen por qué aprender al mismo ritmo y que pueden tener sus propias áreas de interés.
A continuación, algunos rasgos característicos de cada modelo de educación:
High Scope: el principio es el aprendizaje activo, o sea, que los niños aprendan de la experiencia directa. Para esto trabajan con material concreto: si hablan de lógica matemática, les enseñan cortando una pizza en pedazos; si hablan sobre los bomberos, va un bombero a hablarles de su profesión. Al final se convierte en un aprendizaje significativo para ellos, porque les queda grabado. Además, complementan los contenidos que se están viendo con paseos afuera del jardín.
También trabajan con cuatro rincones de juego: arte, construcción, casa y tranquilo. La idea es que ellos elijan lo que quieren hacer. Todos los materiales están a su alcance, nada está escondido.
Lo que se pretende es que, al aprender, los niños tengan la posibilidad de elegir lo que sea significativo para ellos. Por eso, el método High Scope respeta la realidad cultural en que está inmerso cada niño.
Montessori: busca un desarrollo armónico para lograr autodisciplina. Sólo usan materiales Montessori estandarizados a nivel mundial, de modo que todo está hecho con elementos puros como madera o greda y de colores naturales. La sala está lo menos decorada posible. La educadora es una guía que presenta el uso de los materiales al niño para que elija lo que él quiera hacer. La meta es formar personas con una buena autoestima, no competitivas y capaces de una rápida adaptación ante nuevas situaciones.
El norte de la educación Montessori no es preparar a los alumnos para que saquen todo su potencial para que sean capaces de colaborar con otros y de vivir en armonía con el planeta.
Waldorf: acá los niños no van a una sala sino a un lugar que es lo más similar a una casa. Por eso, el lugar es luminoso y no hay decoración infantil. Todos los niños de 3 a 6 años están juntos, y así los grandes aprenden a ayudar a los chicos. Durante el día cocinan alimentos sanos, cuentan cuentos y juegan libremente. No hay actividades intelectuales como calcular.
Se les enseña a valorar la naturaleza, todo lo que usan proviene de algo vivo, como juguetes de madera o algo tejido por la abuela, conchitas o piedras. Por lo mismo se les pide muy pocos materiales. Y la familia puede hacer visitas a la “casa”.
Se pretende que el niño despliegue su fantasía y su espontaneidad, y se le ofrecen las condiciones para ello. La facultad de memorizar parte cerca de los 6 ó 7 años, y si se la adelanta, se hará a costa de la capacidad imaginativa.