Hace dias que no escribo, hace dias que estoy con miles de preguntas pero no tantas palabras. Los bebés están divinos....Lu camina por todas las partes utilizando esta capacidad de locomoción mas que el gateo e incluso ahora lo hace con carga...trasladando cosas pesadas de un lado al otro. Pensar que la más chiquitita y que parecía menos despierta motrizmente, de pronto tomó valor y como me dicen algunos allegados "...lo pasó por la banquina a su hermano...". Por suerte ellos avanzan sin estar sesgados por nuestra lógica adulta de etapas, tiempos e importancia, y lo único claro es que aprenden, aprenden y aprenden sin importar el estadio de aprendizaje de su compañero.
El comenzar a caminar de Lu o la seudo caminata de rodillas de Juan manifiesta una nueva madurez de parte de ellos y en consecuencia la aparición de caprichos, berrinches, carcajas o llantos frente a un no, sabores rechazados, pedido de jugos...
Y yo que pienso .AY !!!!! ¡Qué difícil! ¡No me quiero imaginar lo que viene más adelante! ¿Cómo hacen las madres ya consagradas? Yo trato de aceptar, aprobar y lo coinciliar lo máximo posible...no es que quiera ser permisiva, pero muchas veces me pregunto si estar diciendo y marcando todo el tiempo con NO y EXPLICANDOLES EL PELIGRO constante no estoy generando una falta de confianza hacia sus iniciativas.
Además, ¿Podrán incorporar la noción peligro a la edad de un año? ¿Será positivo que la incorporen en un proceso de aprendizaje constante? ¿Valdrá la pena que les explique que algo puede ser peligroso? ¿O es preferible evitar exponerlos no dejando que se acerquen a la escalera o lo que fuera?
Por otra parte donde están los límites? Por ejemplo: Mis hijos en este proceso de aprender a caminar, han descubiertos andadores improvisados como empujar las silllas del comedor por toda la casa. Este descubrimiento que hicieron solitos merece mi admiración...y verlos reirse a carcajadas cuando lo hacen una sonrisa. Algunos me dicen que soy permisiva...¿Qué puedo decirles por eso? ¿Qué no empujen las sillas no permitiendo que usen esa nueva habilidad? ¿Comprarles un caminador que remplace el que ellos descubrieron solitos? ¿Decirles que no lo hagan con las sillas del comedor pero si con otras? Entonces pienso tendrán incorporadas la noción de sillas como para pretender que distingan unas de otras? ¿Además cuanto tiempo les divertirá días, semanas, meses?
También han llegado los berriches - que si bien no son nada llamativos ni estrepitodos - la nueva madurez los ha impulsado a comenzar a imponer sus deseos. Cuando son la respuesta a uno NO sensato e irrefutable (enchufes o cables por ejemplo) trato de hacerme la distraida y explicandoles que entiendo su enojo, y luego recurriendo a un "distrayente" con ánimo de salirnos de esa situación y comenzar otro descubrimiento. Pero a veces no funciona tan bien...:)
A decir verdad, esto de la maternidad de bebés de un año me está movilizando de una nueva manera. ¿Será realmente que soy una madre permisiva? Yo no quiero ser permisiva o no permisiva, porque eso seria poner el acento en mi y lo que me gustaría es que mis hijos puedan de poquito y según la etapa que están atravesando tener ellos el control...Y para eso se deben sentir seguros de sus elecciones y sus iniciativas...Pero es una delgada línea....hay que ser equilibrista y a veces me caigo un poquito...
Emmi Pikler fue una pediatra húngara con una mirada original sobre el desarrollo motriz del niño. Como madre de mellizos comencé este recorrido porque me conmovió profundamente leer “Movimiento en Libertad” y definitivamente cambio mi enfoque sobre la crianza. Este blog, es la manifestacion de mi necesidad de generar un espacio para compartir con otras madres experiencias, dudas, alegrías y los logros de nuestros bebés.
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Siempre es un tema dificil los límites.
ResponderEliminarPara empezar tenemos que tener en cuenta que son para nosotros y no para los de afuera (igual lo digo por decir porque dudo mucho que ése sea tu problema) primero porque quienes pasamos más tiempo con ellos somos los padres y segundo porque no existe el punto de equilibrio ideal entre no ser castradora ni permisiva. Nunca se puede dejar a los demás conformes, lo que para una abuela es ser permisiva en exceso para la otra por ahí es coartarles la iniciativa.
Y respecto de nosotros, los padres, creo que sí es posible encontrar un punto medio, o al menos en la mayoría de las ocasiones. Muchas veces me pasa que, aún con una hija de 5 años, creo que puedo ser reemplazada por una máquina de decir no que sería lo mismo.
Por otro lado, nunca fui de las madres que se vanaglorian que mi casa está igual que cuando recién me casé, que sigo teniendo la mesita de cristal con los mil doscientos treinta y siete adornitos también de cristal hiperfrágil porque será muy encomiable que hayas logrado conservar todos intactos, pero creo que es una tortura china tanto para la madre como para el chico; y además para el chico es una provocación. Yo lo comparo un poco cuando uno se pone a dieta: tampoco vamos a dejar al resto de los habitantes de la casa sin comer porque la casa es de todos, pero no voy a dejar preparado un banquete en la mesada de la cocina sólo para entrenar mi fuerza de voluntad, porque terminaría rompiendo la dieta o pensando todo el día en comer, y no es la idea.
Además que me parece ridículo poner en peligro a nuestros hijos para que entiendan algo que en poco tiempo más les va a costar menos entender, por ejemplo con los enchufes o las ventanas: igual les decís no cuando se acercan, para que vayan registrando que no es un elemento inocuo, pero siempre tienen que estar protegidas igual porque si al chico le pasa algo no hay dónde ir a reclamar (y además me parece una zonzera que el chico se lastime para que aprenda, hay tantas maneras que se lastimen que son inevitables que por qué sumar una más)
El tema por ejemplo de las sillas, fijate para vos dónde está el límite, yo creo que a la edad de ellos todavía las cosas ni entran en categorías, o al menos no como las entendemos nosotros, no van a ir a buscar sillas sino cosas que les sirvan de caminador. Entonces si vos preferís conservar tus sillas intactas, por ahí está bueno comprar un caminador y que empiecen a aprender que las sillas tienen otra función. Lo mismo si tenés miedo que en otras casas que frecuentan empiecen a utilizar las sillas, mesitas o lo que se encuentren como caminador, y eso no está bueno.
Creo que la clave está en ofrecer opciones, siempre los vamos a tener que limitar en algunos aspectos aunque no nos guste porque la vida tiene límites y tarde o temprano se van a topar con ellos y es mejor estar preparado, pero cuando se sabe que uno dispone de opciones no es tan grave.
Te mando un beso.
Hola Lucre! Bienvenida al mundo de los límites. Y sí, a cualquier edad cuesta, y más cuando son tan chiquititos y pensás que pueden no entender (aunque doy fé que entienden todo) No hay una verdad absoluta. Lo que para mí está bien, tal vez para vos no lo esté. Vos sos su mamá, la que les tocó, con lo bueno y lo malo. Yo creo que hay que ser auténtico, si una es una obsesiva de la limpieza, los criarás haciéndoles saber que para vos eso es muy importante! A no desesperar, que los límites puestos con amor, no le hacen mal a nadie. Besos!
ResponderEliminarYo tb queria escribir una entrada sobre berrinches y caprichos pero los de mi niña si son "a lo grande", la verdad es que es algo muy dificil, no sabes donde poner los limites.
ResponderEliminarSAludos
Wow!!! otro post que me llega al alma y a la paciencia jejejje Mis mellizos con 15 meses también han arrastrado sillas, mesas y lo que encuentren, incluyendo en ocasiones su caminador o unas sillitas que les regalaron. Afortunadamente ha sido en espacios de nosotros como nuestra casa o la de mis padres en donde no hay problema. Pero tienen razón en decir que lo mejor es darles otras opciones pero si son tus sillas mira a ver hasta donde quieres que lleguen. Por otro lado, algo que me ha hecho un lío a mi también es el tema de la permisividad. Día a día me da mucha tristeza tener que decirles NO frente a cosas que son peligrosas (un enchufe o un cable) o cosas que merecen respeto (las plantas!! les da no sé por qué por arrancarlas en ocasiones!!!) Acaba de dormirse Violeta luego de un berrinche super fuerte porque no le permití jugar con una planta. Desde mi interior sentí que lo mejor es explicarles el por qué, así creamos que ellos no entienden, pero comparto totalmente el tema de que el no es muuuy aburrido también para nosotras.... Me siento a veces una mamá tan NO =( Y en las visitas es un tema. El finde me pasó que Simón estaba frente a un plato con papas fritas tirandolas y comiendo al tiempo, a mi no me importa porque pues se recoge y se limpia, no hay lío pero la dueña de casa me dijo un poco rayada dile que no lo haga......... sentí que me quería ir ya y llevar a mi hijo a un lugar libre, pero también me sentí una madre permisiva. La verdad a veces me divierten las cosas que hacen mis hijos, actos que se salen de lo habitual y los hace tan niños, tan divertidos y sin tapujos, diferentes a muchos de los adultos aburridos de esta sociedad..... L.A.
ResponderEliminarAh!!! Y estoy deacuerdo en que deberiamos continuar un poco con el tema de los berrinches y los límites porque por allí andamos transitando!!!
Ay, mi nena tbn empezó a hacer berrinches. esta semana se niega a comer! junta toda la comida en la boca, no traga y ahi la pasamos horas. Cómo se aburre, se pone a llorar y patalear, a mi se me parte el alma por tomarla y papi, le dice que ahí se queda hasta que trage la comida... es terrible!! espero se le pase pronto
ResponderEliminarAsi que animooooo!!
yo también ando debatiéndome entre permitir que explore e investigue y explicarle que hay cosas que NO puede tocar o hacer... bufff, a ratos me siento la bruja del NO! ;-)
ResponderEliminarDe momento aquí sigo, explorando junto con nené mis propios limites a poner límites.
Abrazos!