lunes, 7 de noviembre de 2011

Juan: mi bebé real


A veces me parece que existe un imaginario sobre como deberían ser un bebé y los requisitos básicos serían: ser preciosos (Juan lo es así que en este punto salgo airosa), sonreír inmediatamente ante los desconocidos (acá empezamos a estar en falta), irse en brazos de personas que los quieren mucho por extensión de amor hacia los padres, pero que los bebés nunca antes conocieron (casi imposible y menos cuando se manifiesta ansiedad del otro lado), reírse frente a las muestras de afecto de los adultos (altamente improbable), pasado este periodo de gracia, quedarse tranquilo para que los grandes puedan conversar (creo que es es el punto que Juan mejor cumple!)

Cuando Juan no se comporta de acuerdo a este imaginario, la frase que recibo a modo de supuesto consuelo es: Ya se va a soltar. Como si fuera un problema que el tiempo fuera a resolver. Yo creo que obviamente el tiempo lo ayudará a tomar más confianza, pero me parece que su naturaleza es reservada ante lo desconocido. Juan necesita tiempo para entregarse a los demás, debe observar y analizar  detenidamente a los posibles depositarios de su confianza y afecto. Como percibo que así es su impronta me gusta respetarlo.

Esa actitud de mi hijo que puede ser leída por adultos ansiosos que buscan ganarse su simpatía como inmadurez, para mi es su virtud. Como Juan es intenso y se encariña profundamente con sus elegidos, me gusta que sea precavido al elegir a sus referentes. Me gusta que se proteja porque lo considero una manifestación de inteligencia.

Juan no es como la gente quiere, porque Juan es como él necesita para sentirse bien.

11 comentarios:

  1. Lucre:
    Concuerdo plenamente contigo. Tu hijo no es extraño, si no manifiesta afectividad instantánea con los extraños, muy por el contrario, debe conocer, analizar y luego interactuar, para sentir confianza.
    Lo encuentro mucho mejor y bueno, ningún niño es igual a otro.
    Besos para Juan!

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  2. Que suerte poder ser elegido por Juan!
    Todos somos diferentes!

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  3. Estoy totalmente de acuerdo, ser precavido es un síntoma de inteligencia. Hay que respetar los tiempos de los niños. Sin embargo ese "ya se soltará" no creo que esté dicho con mala intención, aquí también se dice bastante esa frase y es cierto al crecer "se van soltando", pero yo lo interpreto como que se hacen más desenvueltos en sociedad.
    Saludos!

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  4. Me encanta Lucre.
    A mi nadie me ha hecho esos comentarios de nur, que tampoco sonríe gratuitamente.
    Me encanta que los niños sean así, y sobre todo, me encanta permitirles que sean así, y no "aleccionarles" para que sean "buenos" o complacientes.

    una vez más, comparto contigo experiencia y visión de mamá ;)

    Recibe un gran abrazo desde este lado del charco!
    Noraya
    "El Rumor de las Libélulas"

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  5. Cada niño es como es y cometemos a veces el error de tener un prototipo de bebé o niño en la cabeza y nos creemos que todos deben ser iguales.

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  6. Lucre, cuando me acerco a un niño lo hago despacio y de a poco, porque se que muchos, (muy a pesar de la gente) tienen esta característica que describís en Juan para relacionarse, por eso siento importante no invadir su espacio físico e interactuar lentamente hasta que se sientan en confianza. Y si me llegan a regalar una sonrisa... ya está estoy hecha, es un regalón.
    Y si bien Luca no tiene un tiempo prolongado para entrar en confianza (creo yo, también hay que ver cuáles son las espectativas con las que se "mide" no?), cuando estamos en un lugar nuevo o con alguien desconocido siempre le doy el plazo que necesite para sentirse cómodo. Si a muchos de nosotros nos da cosa ese tipo de situaciones, ¿por qué todos los niños deberían ser ultra sociables con todo el mundo? Les pedimos mucho a estos peques ehhh...

    Besotes muchos!!!

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  7. Coincido!! Me pasa algo similar con mis hijas.

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  8. Lucre, que lindo es Juan! se toma su tiempo, y sabe que lo respetan, eso me encanta. Además, hace lo que cualquiera de nosotros, después de todo no andamos dandoles besos y abrazos a cada extraño que se nos presenta, no?

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  9. Para cualquier adulto es obvio que somos personas diferentes con nuestra personalidad, nuestros gustos... No sé por qué nos cuenta tanto entender que los bebes ocurre lo mismo

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  10. Juan es Sabio! Qué suerte que tiene de recibir el respeto de su mamá!
    Pobres bebés, no?, suele esperarse de ellos un montón de cosas para cumplir con las expectativas de los demás en lugar de acompañarlos en su recorrido, con su ritmo y su necesidad.

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  11. que lindo es juan!!!!y que suerte que tiene de ser respetado en sus particularidades! abrazo

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