martes, 29 de marzo de 2011

Quince minutos al día...

Hace tiempo una amiga que no es madre me dice: Con quince minutos diarios de atención a un hijo es suficiente. ¿No te parece re bueno saberlo? Y siempre me quedó rondando en la cabeza esa afirmación.
Hoy cuando leo La Nación, encuentro una nota sobre crianza de la psicóloga Maritchu Seitun titulada: La permisividad es catastrófica.
Pero, lo que más me llamó la atención fue el destacado: Quince Minutos exclusivos para los hijos donde afirma lo siguiente: “No es necesario estar largos ratos dedicados a los hijos. Con 15 minutos por día es suficiente. Eso sí, estando totalmente disponibles para escucharlos y mirarlos. Ese tiempo diario es para ellos como "una vitamina que cura" y que con los años, produce vínculos cercanos y amorosos en la familia. Cuando nuestro hijo nota que, cuando estamos dedicados a ellos, aunque suene el teléfono o el celular nosotros no nos levantamos a atenderlo, se siente valioso y muy querido. Eso vale oro” concluye.
Y me quedé pensando que parece tan poco. ¿Pero, estaremos realmente quince minutos dedicados a full a nuestros hijos todos los días? Yo creo a que la edad de los míos, sí!!! ¿Pero después, no se nos pasaran días en que estamos en los mismos espacios, sin conectar realmente?
También me impactó del artículo, como aborda a la frustración infantil algo que siempre me da vueltas en la cabeza. Y pone el siguiente ejemplo: “Cuando nuestro hijo nos dice: fulanito no quiere jugar conmigo, nosotros le decimos no importa, vamos a tomar un helado...Cuando en realidad le deberíamos decir... ¡Qué bronca! Vos tenías tantas ganas y el no quiere!” Luego, afirma: Si no aprenden a desilusionarse de pequeños no tendrán herramientas para afrontar los indefectibles dolores que la vida les presentarà.
Tambien esto me movilizó porque a veces con la excusa que es chiquito, nos cuesta hablar de sentimientos y queremos evitarle lo malo. ¿Porqué será que pensamos que en la infancia todo debería ser color de rosa?
Les linkeo la nota…a ver que piensan ustedes… http://www.lanacion.com.ar/1361088-la-permisividad-es-catastrofica
Yo me quiero acordar de esto para cuando mis bebés crezcan!

5 comentarios:

  1. Muy bueno el articulo !!!
    Kiero y adoro a mis hij@s pero las normas y límites son primordiales en nuestro día a día... Eso creo les beneficial.
    Ahora k trabajo procuro aprobechar más el tiempo k paso kon ellos, por k kantidad no es lo mismo k kalidad :D

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  2. Muy bueno Lucre! Está bueno como al conectar y blanquear tus pensamientos/sentimientos invitás a otros-los que te leemos- a pensar...Besos!Ana

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  3. Pues a mí la segunda reflexión me parece interesante, creo que hay que ayudarles a verbalizar las cosas negativas también, no solo lo positivo (creo que esto también lo dice Laura Gutman). Pero lo de dedicarles solo 15 minutos al día me parece un poco extremo, no? Es verdad que muchas veces estamos con ellos pero no les dedicamos nuestra atención en exclusiva, quizás deberíamos intentar estar solo para ellos más tiempo, pero solo 15 minutos, no sé...
    Gracias por compartir el artículo, un saludo! Mamá y muchas cosas más

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  4. Leí la nota de Maritchú Seitún y me pareció excelente. Quince minutos por día para cada hijo parece poco. Pero en realidad no lo es, porque son quince minutos dedicados en exclusividad a cada uno de nuestros hijos y una exclusividad absoluta, nada se interpone entre mi hijo y yo en ese momento. Hay que saber usar ese tiempo, pero si nos alejamos del permisvismo y del autoritarismo del que habla Maritchú, y equilibramos nuestro amor, seguramente criaremos hijos más libres. En el documental “Loczy, un hogar para crecer”, que nos muestra el famoso orfelinato de Budapest, dirigido originalmente y seguidor del método de Emmi Pikler, nos muestra mucho de esa dedicación con exclusividad absoluta. A bebés que no tienen padres o que fueron abandonados por sus progenitores, las cuidadoras de Loczy les entregan una dedicación personal que emociona, porque les hablan y les cuidan en forma exclusiva, sin interferencias y tan intensamente en momentos privilegiados del día que llama la atención. Esas vitaminas diarias, esa piel psicológica que se va tejiendo diariamente alrededor de esos bebés, son emocionantes semillas de libertad. Los quince minutos por día de Maritchú también lo deberían ser en nuestros hijos.

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  5. leyendo los 15 minutos por dia, me surje: queeeee???? tan poco tiempo para UN HIJO, algo asi como un pensamiento horrorizado, después pienso: aún no soy mamá...nosé lo que es sentirse demandado no solo por los BB sino por los que rodean al BB o los BBes en este caso, que tb demandan conductas políticamente correctas, tal vez si lo fuera me daría un gran alivio tener este art. a mano,......
    Lo que si sé , porque lo viví con mi sobrina , con la hija de mi novio, con amigas, es que en esos momentos de gran conexión el tiempo se desdibuja, pierdo un poco la noción del tiempo y aveces eso implica llegar tarde a algún lugar o que se me queme la comida o como una vez que olvidé cerrar el riego y se inundó mi jardín....estaba abstraída dentro de ese universo que se generó con el otro...se siente tan lindo, quién quiere salir de alli? entonces pienso que esos momentos de alta conexion son el sentido mas profundo de la vida, y va mas alla de un rol, de madre en este caso , y que sin poner un juicio de valor de bueno o malo , poco o mucho, solo digo que algo que me hace sentir tan completa , bueno de eso quisera mas de 15 min por dia, de puro glotona nada mas.

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