viernes, 13 de mayo de 2011

¿Si no los dejamos resbalarse como aprenderan a levantarse?

Mis bebes estan parados en todas las ocasiones que pueden, Juan camina agarrado de todo objeto que se le presente: mesas ratonas, sillones, sillas, patas de las mesas y hasta superficies menos seguras como puertas de vidrios, espejos a la ras de piso y paredes. Es un autentico caminador de costado!

Esta nueva destreza lo pone en riesgo en mas situaciones que antes, por eso me encanta ver como regula los desequilibrios y en la mayoria de los casos lo resulve con la habilidad de un equilibrista. Si pisa mal, gira la cintura o se agarra con fuerza de la mesa hasta organizarse de nuevo. Usa la fuerza repartida entre brazos, tronco y piernas para no dar el brazo a torcer...Y bueno si no lo logra, pareciera tener un dominio innato de los reflejos de caida. Hay veces que se cae y da una vuelta en el piso, para nuevo erguirse y seguir intentando...yo a veces no si hasta le divierten esos giros.

Ya paso la peor parte de interrogantes, ya se afirmativamente que solos llegan a una evolucion motriz maravillosa. Ya se que haberles respetado su libertad de movimiento, sus iniciativas, haberles dado tiempo ha traido sus frutos. Estoy tranquila que vencer mi instinto de salir corriendo para prevenir las consecuencias de cualquier traspié no es tan gratificante como estar cerca por las dudas y notar cómo lo resuelven.

Estas habilidades motrices se pusieron en accion en la consulta pediatrica ultima y la doctora me explico que mas allá que lo biológico tengo que considerar estos logros casi con una mirada filosófica Pikleriana.

Aunque lo deseo profundamente, no puedo asegurar que este saber biológico -que estoy dejando que se manifieste gracias a Pikler- se traslade a sus capacidades emocionales. Pero si fuera así, que maravilla! No? Creo que vale la pena intentarlo!

Qué privilegio, tener incorporado como una obviedad que contamos con un instinto de acomodamiento frente a las vicisitudes de la vida! Qué saludable contar con una capacidad de maniobra intrínseca que nos ayuda a sentirnos seguros y no frustrados porque las cosas no salen como lo esperamos!

Agradezco como madre poder asumirlo esta idea como una posibilidad y tenerla como una prioridad. Estoy segura que se manifesta en mi mirada y como he dicho muchas veces, la mirada de crianza nunca puede ser inocua. Mirar sabiendo que encontrará la vuelta para erguirse luego de un resbalón, no puede ser lo mismo que mirarlo pensando si yo no lo ayudo se caerá.

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