sábado, 21 de mayo de 2011

Sentir que se puede

Simon es hijo de una amiga, y fue educado con una mirada Pikleriana. Para mí, es un placer verlo y casi una necesidad porque es la manera de constatar cómo sigue esta mirada en el tiempo. Con un par de meses más Simon ostenta varios avances motrices y de maduración. Es un niño tranquilo, agradable, creativo y con una cantidad de virtudes, pero como anfitriona puedo decir que es de esos chicos que da gusto invitar.

Su madre, es agradabilisma, relajada, informada, con una mente integradora y muy consciente del respeto en la crianza,  pero lo que más me gusta de sus visitas es verla en acción como mamá ya con un niño más grande, que manifiesta sus gustos activamente y desarrolla estrategias para lograr sus deseos.

La visita fue una clase magistral sobre cómo llevar adelante esta mirada de crianza Pikeriana en el tiempo, consulté algunas cuestiones y me quedé pensando sobre respuestas que reflejan mis sensaciones propias.

Pero hay dos anécdotas de Simón que me sorprendieron. La primera es que quiso comer en la silla alta de los bebés, la madre intento ponerlo pero realmente no entraba - es para niños mas pequeños - entonces él seguió insistiendo, pero como no encontramos la forma su mamá lo invitó a intentarlo sólo...En pocos segundos, Simón estaba sentado airoso y feliz en la sillita comiendo su torta. ¡Un par de contorciones y lo había logrado! ¡Bravo Simón!!!

Luego quería comer más de los chocolates que nos habian traído de regalo pero su mamá le habia aclarado que ya habian sido suficiente, entonces esperó un rato largo y cuando se levanto Dominga le dijo: Trajimos chocolates, queres que te convide? Tomó la caja eligió el que más le gustaba, cortó un pedazo y le entregó el resto. ¡Con esa estrategia era imposible decirle que no! ¡Te lo merecias Simòn! Los chicos sorprenden constantemente con nuevas destrezas y me encantó ver como su madre cómo le daba las oportunidades para incorporarlas.

Estoy segura que en algún lugar de su cerebro quedarán acumuladas todas estas experiencias positivas que el mismo gestionó.  Y eso me llevo a preguntarme nuevamente: ¿En qué lugar del cerebro o de las emociones quedan guardadas las experiencias satisfactorias de los bebés?, ¿Cómo se acumularán estas vivencias en la conformacion de la autoestima?  ¿Cómo se formará la percepción de uno mismo a partir de ellas? ¿Cómo se provocara la generacion de esa voz interna que tienen algunas personas que sienten que siempre pueden?

Digo, esto porque me gustaria que mis hijos se sientan capaces, que se sientan que ellos pueden y que busquen estrategias para lograr sus objetivos. Tal cual como lo hace Simón siendo tan chiquito!

1 comentario:

  1. Yo quiero que mis hijos sean asi tambien!! Pero me falto la mirada pickleriana desde bebes!! Vamos Pia todavia!! La unica con version "libre" de Pickler...

    ResponderEliminar

Para dejar comentarios, por favor haganlo como anomimo, ya que es la unica manera que los toma correctamente. AH! eso si, diganme quienes son!