martes, 22 de mayo de 2012

Criar acompañada

No quería ser una madre superada sin energías para pensar, observar, organizar y modificar aquello que se podría mejorar. Tampoco deseaba pasar esta demandante etapa pateando la esperanza de una vida mejor. Necesitaría mis mejores capacidades para conectarme por partida doble como cada uno de mis hijos se lo merecería.

La única solución – dado que vivo lejos de mi madre y mis afectos – era involucrar otros brazos amorosos que me permitieran delegar en buenas manos cuando yo estaba dedicada a mi otro bebé. No recibiría de esta persona el mismo amor que yo le hubiese prodigado, ni este afecto sería entregado de la misma manera que lo haría yo, pero no por eso lo consideraba disvalioso.

Mi desafío era encontrar personas experimentadas en el arte de criar, arropar, acompañar en el comienzo de la vida para formar una tribu amorosa y contenedora. ¿La humanidad no se habría criado rodeada de brazos familiares y vínculos cercanos que asistían a la madre cuando la demanda era demasiada?, ¿Las antiguas tribus o comunidades no habrán estado colmadas de ánimos colaboradores y deseosos de participar en el acto de criar considerándola casi una responsabilidad compartida?

La vida moderna nos presenta una imagen de una diada materna encriptada que nos deja aisladas, encerradas y más solas que nunca en las crianza. ¿Porqué podría ser perjudicial para mis hijos ser criados rodeados varios amores?, ¿Porqué sería beneficioso para ellos que yo fuera la única proveedora emocional cuando este vínculo podría además ser enriquecido con otros afectos que se irían construyendo?

Me encanta pensar que mis hijos tienen su propia tribu moderna y si bien no es la que más me hubiera gustado como sería mi familia y amigas, es la que pude armar con todo mi amor. Una comunidad acotada de mujeres que me ayudó a arrullarlos desde el comienzo de su vida y que les han enseñado a reconocer al mundo como un espacio múltiple.

Mis hijos han aprendido a reconocer diferentes formas de relacionarse, los distintos sabores que puede tener la misma comida y la multiplicidad de posibilidades que presentan los vínculos. Será por eso que mis hijos no tienen un solo vínculo de apego sino que tiene múltiples. Ellos saben que además de mamá pueden confiar también en esos afectos.

Yo creo que para mis hijos fue enriquecedor. Ellos han estado rodeados de siempre una sonrisa alegre que estaba gustosa de alzarlos, calmarlos, mimarlos y observarlos. Ellos han experimentado la sensación permanente que sus necesidades o deseos son legítimos y dignos de ser considerados. Sobre todo han aprendido que cada persona es un mundo como lo son ellos mismos y que cada vínculo nos renueva de alguna manera algo de nosotros.

Para mi como capitán de este barco, si bien me facilitó la tarea no siempre por eso fue un lecho de rosas. Tuve que salir de un lugar de madre omnipotente que siente que siempre es lo mejor para sus hijos para también aprender de otras modalidades y estilos; otras tantas veces me encontré sometida al silencioso cuestionamiento sobre si estaba haciendo lo mejor y en la mayoría de mis días puedo afirmar que dediqué algo de energía para invitar a la tribu a sumarse a mi mirada de respeto. 

4 comentarios:

  1. Yo no tuve mellizos pero igual pensaba parecido a lo que expresás. Siempre está bueno que haya más gente que los quiera y en quienes puedan confiar.
    Y también coincido con lo de la diada mama-bebe alejados del mundo... si historicamente criar niños era algo tribal, o de la comunidad, o de la familia en general.
    El camino de la maternidad es muy lindo pero tambien muy dificil para que una mujer lo atraviese sola.
    Besos

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  2. Hola!
    creía que ya te seguía pero veo que no :(
    Me ha encantado la frase de "Necesitaría mis mejores capacidades para conectarme por partida doble como cada uno de mis hijos se lo merecería". Muchas veces no sé si cuando estamos embarazadas de melliz@s somos realmente conscientes de ello...

    es vital conseguir estos vínculos...
    bueno, espero que ahora no pase nada raro...
    Si te apetece, te invito a conocer nuestro blog LA INVASIÓN TWIN, que cmo puedes ver, tiene bastante que ver con esta maravillosa invasión gemelar y múltiple que invade todo el planeta :)

    http://lainvasiontwin.blogspot.com.es

    Un abrazo!
    Núria

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  3. Me encantaría que mucha gente se sume a las tribus amorosas y contenedoras, buscarlas en amigos, en caso de que la flia. esté le jos o imposibilitada,qué lindo sería que las tribus tengan estas características. Sin duda, la convivencia sería de una armonía
    sentida y disfrutada por todos.... ah! qué lindo sería

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  4. Que lindo relato. Compruebo una vez más que la tribu es imprescindible para que las madres podamos disfrutar plenamente de la crianza y los niños puedan sentirse acogidos y vinculados la mayor parte del tiempo. Gracias por contarnos.

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