Después de leer el libro Movimiento en Libertad de Emmi Pikler, comencé probando qué era esto del método Pikler así que tire una manta grande al piso y la iba llevando -de lado a lado- según donde estuviéramos nosotros, para que los bebés estuvieran siempre acompañados.
También me habían prestado un circuito (tipo gimnasio) que de pronto comencé a valorar y que me servía de auxiliar cuando estaba con un solo bebé y no tenía ganas de trasportar la manta grande.
Mi espacio Pikler en casa fue mutando de espontáneo a más elaborado y lo fui perfeccionando para que sea fácil limpiarle los vómitos, ser trasportable, más prolijo, y que los ayudara a reptar sin enredarse (porque Juan al avanzar iba arrugando toda manta o sabana).
Ahora estoy en la duda si hacer unas barandas que separe este espacio de los bebes del resto de la casa. Me parece que lo van a necesitan para ir agarrándose cuando comience un proceso de verticalización más evidente. La duda que me surge es que no tengo claro cuánto tiempo lo usarán y estoy evaluando si vale la pena.
Ahora estoy en la duda si hacer unas barandas que separe este espacio de los bebes del resto de la casa. Me parece que lo van a necesitan para ir agarrándose cuando comience un proceso de verticalización más evidente. La duda que me surge es que no tengo claro cuánto tiempo lo usarán y estoy evaluando si vale la pena.
Increiblemente estos principios de pikler estan vigentes hoy mas que nunca.
ResponderEliminaresta filosofia de crianza ha traspasado la barrera del tiempo.