jueves, 24 de febrero de 2011

Porqué resonó Pikler en mi?

A veces pienso porqué me enganché tanto con la propuesta de Emmie Pikler. Cuando alguien me preguntan sobre el método no puedo ordenar mis pensamientos, los beneficios me fluyen desordenadamente uno tras o otro (igual que en este blog).

Como primera respuesta puedo decir que la literatura que había leído remitía constantemente a la proximidad física con el bebé, a los beneficios de tenerlo alzado todo el tiempo y eso me parecía imposible, dado que con dos siempre estaría en deuda. De todos modos los primeros meses lo intenté, poniéndome a mi misma en situaciones de inmovilidad total.

Quizás por mi historia -use un corset durante cinco años por una escoliosis y me costó muchos años de Feldenkrais tomar conciencia de mi corporeidad- tenía la necesidad que mis bebes se conectaran con su cuerpo. Para eso, buscaba formas intuitivas de acariciarles cada uno de los dedos del pie y de las manos, jugar con pañuelos para que sintieran diferentes texturas e interesarme en temas referidos masajes o shantala, algo que antes jamás hubiera imaginado porque los masajes no me gustan.

Cuando me comentaron sobre Pikler conceptos tales como comodidad, libertad, autonomía, y respeto me empezaron a resonar en mi cabeza y a tomar relevancia. Vine directo a casa a leer el libro “Moverse en Libertad” y re pensar de nuevo mi consigna inicial: “los bebes alzados la mayor cantidad de tiempo posible”.

Ya tenían cuatro meses y medio y era hora de ver qué querían ellos. Me comencé a preguntar: Será cómodo para un bebe estar alzado todo el tiempo? Al estar alzados tendrán la posibilidades de elegir libremente una posicion o se adaptaran a los diferentes brazos más enfocados en las posibilidades que les da el adulto que en ellos mismos? Se sentirán seguros estando alzados o sera como estar en un trapecio, donde es lindo ver todo desde otra perspectiva, pero si no te sabes bajar te da un poco de vértigo?

También me ordeno mis pensamientos en cuanto a mi mirada sobre mis hijos. Al principio me sentía tan poderosa que me daba miedo pensar que ellos dependían emocionalmente y que yo tenía que saber todo para ellos (que además durante los primeros meses todos sabían mas que yo, de verdad).

Empecé a pensar la maternidad como un diálogo con un ser que merecía mi respeto porque sabía lo que quería y me lo podía contar. Yo solo tenía que aprender a observarlo para aprender juntos. 

1 comentario:

  1. Komo ves lo mio kontigo va por capitulos, el tiempo no me dá para más, me encanta leerte.
    Ah por cierto me hice kon el libro
    :D

    ResponderEliminar

Para dejar comentarios, por favor haganlo como anomimo, ya que es la unica manera que los toma correctamente. AH! eso si, diganme quienes son!