Cuando estaba embarazada me preguntaba qué tipo de madre quería ser, y lo que tenía claro es que quería ser una madre que disfrutara de mis hijos. No lo digo como una frase armada -supongo que todas las madres del mundo queremos lo mismo - lo digo más bien el sentido que tendría que darles aquello que me gustara darles realmente con alegría y saber guardar espacios propios. No quería ser esa madre "sacrificada" que por ser justamente sacrificada se siente buena madre y que se disculpa siempre con la frase: “no puedo por los chicos”, como si realmente tuvieran alguna culpa.
De ese modo, le mostraría lo lindo que para mí es ser madre, lo contenta que estoy de serlo y sobre todo de ellos. Me parecía que era un buen regalo, que pudieran ver -en el ejemplo- como algunas veces uno tiene que preservarse, escucharse y encontrarse con uno mismo y pedir no ser interrumpido por algo importante para nosotros. No quiero que sintieran que ser madre es una cárcel ni un impedimento para desarrollarse uno.
En este punto también le estoy agradecida a Pikler porque veo en mis hijos, una gran capacidad de concentración que ni mi presencia - obviamente sutil - les interfiere. Yo confío que tienen todos los elementos para ir conociendo el mundo a su ritmo y me encanta notar su capacidad apoderarse de sus momentos de exploración y de disfrutar de sus descubrimientos.
Entonces el desafío constante al que me enfrento es detectar en la marcha de la crianza, qué es lo que realmente me saca de mi eje para solucionarlo. Yo no creo que los hijos quieran padres gritones y enojados -aunque después le pidamos disculpas- porque nosotros no le supimos trasmitir cual es nuestro limite. Y otra vez, le mostramos con el ejemplo, si no sabemos cuál es nuestro limite quizás ellos tampoco lo sepan.
No importa lo que pidamos, para cada persona es importante algo diferente. Una frase que me conmovió de Miguel Espeche en su libro Criar sin miedo es: Lo que es bueno para los padres, es bueno para los hijos.
Emmi Pikler fue una pediatra húngara con una mirada original sobre el desarrollo motriz del niño. Como madre de mellizos comencé este recorrido porque me conmovió profundamente leer “Movimiento en Libertad” y definitivamente cambio mi enfoque sobre la crianza. Este blog, es la manifestacion de mi necesidad de generar un espacio para compartir con otras madres experiencias, dudas, alegrías y los logros de nuestros bebés.
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Lucre: qué buena idea esto del blog para mostrar otra manera de encarar y disfrutar la maternidad; aunque no soy madre aún, comparto mucho esta mirada.
ResponderEliminarY me encanta ver a esta mujer sabia en que te has convertido...veo que la maternidad ha permitido que desplegaras otras facetas super interesantes tuyas.
Me hace muy feliz ver a esta maravillosa Lucre que está explotando todo su potencial...
Un beso grande,
Ana
Lucre, me queden pensando en estos dias lo que hablamos del tema de jugar con juguetes o dejarlos que jueguen y exploren el mundo. Tendencialmente estoy totalmente de acuerdo con vos que no hay mejor diversion que el mundo alrededor que esta todo por ser descubierto y que la curiosidad es una de las virtudes innatas que tienen los bebes...el cuanto y con que intervenir en sus conocimientos es relativo y depende de las cirscuntancias en que se encuentran mama y bebe...por ej lo que deciamos de mover la manito...ya se que solos lo hacen pero el hecho que mi bebe lo haga junto conmigo, para mi tiene otro valor, el de compartir con ella "ese" momento y estoy convencida que para ella es igual...Besos Lo
ResponderEliminarPS: segui escribiendo pero el articulo de ayer no me llego por mail o fb...porque? como hago para seguirte daily?? Besos
Lo, yo tambien me quede pensando como responderte. Cada madre tiene su vinculo y esta bueno como se da. Creo que jugar con tu bebe, definitivamente siempre suma y sobre todo si vos disfrutas ese encuento. Lo que es bueno para los padres lo es para los hijos, dice un psicologo argentino Espeche...
ResponderEliminarA mi me resulta - quizas por el factor mellicitud - la mirada pikleriana, donde la idea es mas observar que intervenir. No me siento comoda diciendoles que linda manito...(e incluso te cuento que a veces me siento mala madre por eso...)
Yo lo veo como que trato de no imponer mi agenda, sino sorprenderme con sus elecciones. Si les doy algo nuevo para jugar, se lo dejo cerca, me encanta ver como lo descubren solos.
Parece cruel cuando lo escribo, pero yo estoy ahi sentada al lado de ellos y les voy contando cosas sobre esa situacion... Es como cantarle que linda manito, pero somos nosotros quienes vamos haciendo la cancion...
Quizas esta sea mi mejor explicacion...porque es un encuentro amoroso pero construido en el momento que lo vivimos...
lindo todo lucre! que ganas de visitarte y charlar y conocer a los chicos!un abrazo grande! jóse romero.
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